No hagas nada porque sea correcto, digno de elogio o noble hacerlo: no hagas nada que parezca que sea bueno hacerlo; haz solo lo que debas hacer y lo que no pudes dejar de hacer.
Ursula K. Le Guin
Cometemos el gran error de dudar de nosotros mismas y de nuestra valía, a la espera de una buena palabra, de una sonrisa, una mirada aprobatoria que nos confirme que estamos haciendo lo correcto. ¡Pero rematadamente tonto, ya que es lo correcto a los ojos del otro! ¡Pero despierta! ¿Es lo correcto lo que tu quieres, lo que tu crees? ¿Eres tu realmente la que estás tomando la decisión sin esperar la aprobación y el criterio de otros, aceptando y valorando tu propio criterio? Si tu respuesta es SI, ¡Enhorabuena! ¡Has hecho un buen trabajo!. Si tu respuesta es NO: ¡Ya puedes espabilar y comenzar a “trabajar en ti misma”, ya que quizás hagas feliz a otros, pero no a ti misma! El amor al prójimo empieza por unos mismo, solo entonces la entrega será voluntaria, auténtica y de corazón. Un buen comienzo para “creer en ti” es aplicando estas reglas
Las 4 reglas para ser fuerte:
Intenta conocerte y aceptarte.
La autoconfianza debe sustentarse en un conocimiento personal honesto sobre tus posibilidades y limitaciones, para que al abordar tareas o relaciones sepas manejas unas expectativas realistas.
Se sincero contigo: Si no reconoces con honestidad tus puntos fuertes, cuando cometas un error tenderás a infravalorarte y a conceder autoridad sobre tu vida a aquellos que “saben mejor que tu” lo que necesitas.
Atiende las señales de alerta: Un síntoma de que tu confianza se ha vuelto frágil es la presencia permanente de dudas, no solo sobre que o cómo hacerlo, sino también sobre los demás y su honestidad.
Vive en activo y en positivo. En vez de pensar, actúa. Vive con dinamismo, opinando eligiendo, felicitándote por tus capacidades, aceptando tu limitaciones, afrontando retos y riesgos con sensatez, manteniendo relaciones de calidad con una comunicación abierta, positiva y sincera.
Designed by katemangostar / Freepik